Queridos Berta y Luis,
¡Enhorabuena por el nacimiento de Carla! Os imagino a los dos encauzando el tsunami que acaba de llegar a vuestras vidas y tratando de recolocaros.
Berta, agotada y desbordada como te verás con frecuencia, debes tener paciencia contigo misma. Luis, cuidado con ese aterrizaje forzoso en terreno desconocido. Fijaos en que hay dos peligros al acecho: la ansiedad por no saber qué hacer y querer acertar y el cansancio.
Para el primer peligro, igual que ibais juntos al ginecólogo, id también juntos al pediatra. Así váis aprendiendo los dos y podéis interpretar mejor lo que os va diciendo. ¡Por cierto, que sólo os importe la opinión del pediatra, no de todos los que les dé por opinar!
Además vale la pena que los dos leáis, sin volveros locos, para ir aprendiendo de las distintas etapas de desarrollo de Carla. Estar juntos en esto supone también que os podáis ayudar a aclarar dudas y neutralizar posibles preocupaciones.
Sobre el segundo peligro… ¡Descansad! Turnaos para que el otro descanse mientras uno está al pie del cañón. Es muy romántico bañar juntos al bebé o pasearle por el parque, pero si uno necesita dormir… ¡a la cama!
0 comentarios