Se acerca la Navidad. La publicidad vuelve a inundarnos con mensajes de encuentro, cercanía, buenos sentimientos…
También en estos días escuchamos que arranca el año de la misericordia, en el que el perdón será el protagonista.
En estas páginas tratamos de pasar revista semanal a ingredientes esenciales de la relación de pareja y el perdón no puede quedar fuera.
Pero entre vosotros perdonar es salvar la intención.
Estás seguro de que lo que hizo no buscaba ni de lejos hacerte daño.
Es una gran diferencia con el resto del mundo.
De los demás podrás desconfiar quizás. Pero de tu pareja no.
No puedes contemplar la posibilidad de que pueda buscar tu dolor, tu sufrimiento. Por eso perdonas.
Perdonas porque sabes que tú también puedes herir sin querer.
Perdonas porque te das cuenta, si lo piensas, de que no puedes
juzgar su mundo interior.
Perdonas porque amas mucho más de lo que puede doler el agravio.
SI NO FLUYE NO VALE LA PENA…
Os dejo aquí una entrevista en la Voz de Galicia
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