Seguíamos con el mismo tema de cómo hacer de nuestro hogar un lugar grato para nuestros hijos, en este caso hablando con padres y madres de chicos y chicas que se incorporan al CEU en septiembre de 2024. Nos detuvimos en todas esas facetas que debemos vivir nosotros los adultos en primer lugar en nuestro hogar, como son la escucha atenta e interesada en lo que el otro nos cuenta, el apoyo incondicional, las muestras de afecto y de cariño que marcan la diferencia y ¡las risas y los buenos momentos juntos también!
Y precisamente porque estábamos hablando de chicos y chicas de 18 años me pareció importante insistir en que no es demasiado tarde. En absoluto es demasiado tarde para trabajar nuestro hogar para que sea de verdad un lugar cálido en el que ellos sientan la cercanía de sus padres. Recordaba, en este contexto, las nefastas estadísticas que nos dicen que más del 40% de los jóvenes se sienten solos con frecuencia o con mucha frecuencia, por no hablar de la pandemia de salud mental que se está produciendo en el ámbito infantojuvenil y que tanto les está haciendo sufrir.
Tenemos mucho que aportar los padres y por eso importa poco que no lo hayamos hecho tan bien en el pasado si somos capaces de reconocerlo y rectificar con honradez y manifestando lo que de verdad nos importa hoy en día.
Lo contrario sería ser víctimas de la desesperanza que nos lleva a dar por perdida la ilusión de conseguir ese ambiente que queríamos tener en nuestro hogar y que parece que se nos ha hecho tan difícil lograrlo.
¡A por ello! ¡Nos jugamos la felicidad de todos los que estamos en casa!
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