“No me pasa nada es sólo cansancio”
Esta frase que a veces suena sólo a excusa, es un denominador común frecuente entre las parejas, diría que especialmente las más jóvenes.
Nos pueden los horarios, intensos y extensos muchas veces.
Nos agotan las distancias, los atascos, los agobios, las prisas…
Nos desbordan las obligaciones, las responsabilidades, la lista de cosas pendientes.
Y el efecto es el cansancio. Que no nos lo inventamos, no es que seamos muy flojos, es que sencillamente hay momentos en los que no damos para más.
Y ella/él está ahí. Nos espera, como siempre. Nos necesita comunicativos, atentos, cariñosos,incluso ocurrentes.
No busques fantasmas: muchas veces lo único que le pasa a tu pareja es que se le han agotado las fuerzas.
Y el problema es que las fuerzas se llevan por delante muchos de los ingredientes básicos de la vida en pareja: la emoción, el entusiasmo, la conversación animada, el apetito sexual…
No pasa nada. Unas horas de descanso y volverá a ser quien era. No se lo eches en cara.
Y tu procura salir pronto de esa postración ¡y no se te ocurra mirarte el ombligo!
SI NO FLUYE NO VALE LA PENA…
Os dejo aquí una entrevista en la Voz de Galicia
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