La cresta de la ola; desde el arrebato del enamoramiento hasta el momento en que una pareja se consolida y avanza existen muchas fases en una relación, y no todas son de color rosa. De hecho, algunas apuntan al negro e indican que ha llegado la hora de cambiar. Pero sin una infidelidad, una traición o un motivo concreto de por medio, no es fácil saber cuándo hemos iniciado el camino equivocado, ese que amenaza rutina, aburrimiento y que concluye en una situación que no merece la pena mantener.
No obstante, las señales existen y están ahí para quien quiera verlas. Es más, abrir los ojos y reconocerlas a tiempo es posiblemente la única manera de salvar una relación que se va a pique. «Los problemas empiezan mucho antes de que podamos verlos, sobre todo en el caso de los hombres, a quienes bastantes veces nos explotan al lado sin que los veamos venir. ‘Bueno, no, estás exagerando, tenemos la misma situación que cualquier otra relación’ es una respuesta habitual al planteamiento de una mujer», asegura Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos y autor de los libros ‘No te aguanto más’ y ‘Cada cual por su lado‘. «Pero cuanto más temprano se puedan abordar las dificultades, más margen de maniobra habrá para tratar de solucionarlas. Hay que pensar las crisis de pareja de la misma manera que una enfermedad clínica».
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