LLegan, si llegan, y se instalan por un periodo de unos treinta años. Ponen nuestra casa del revés. Cuando son pequeños por su súper dependencia, y cuando crecen porque nos tienen en jaque, en mayor o menor medida.
El caso es que irrumpen en la vida de la pareja, nos llenan de responsabilidades, de satisfacciones, de alegrías, de emociones…Nos dejaríamos matar por ellos.
Y sin embargo…vinieron después.
Al principio eráis sólo vosotros dos, y de algún modo eso debe seguir siendo así siempre.
Los hijos deben estar detrás. No sólo en la cronología, sino mucho más importante: en la jerarquía.
-Ya se nota que eres hombre y como hombre, padre. La maternidad es distinta a la paternidad-
No lo dudo. Esos nueve meses de intercambio total, a través del flujo sanguíneo de ida y vuelta no son asimilables a nada. ¿Cómo no va a haber una conexión exclusiva entre los dos?
Pero con quien tienes un proyecto de vida es con tu pareja. E incluso si piensas en tus hijos, lo mejor que puedes hacer por ellos es entregarte plenamente a tu pareja. Deja que ellos vean que su padre, su madre, es lo más importanate para ti. Les aportarás toda la seguridad que necesitan y les harás inmensamente felices.
DE VERDAD QUE NO ES TARDE PARA HACER HOGAR!!
Seguíamos con el mismo tema de cómo hacer de nuestro hogar un lugar grato para nuestros hijos, en este caso hablando con padres y madres de chicos y...
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