Éstos días he estado leyendo y escribiendo bastante sobre el papel del padre y de la madre en casa. Y se me ocurría hoy detenerme en el papel del padre en el siglo XXI. Desde el punto de vista del trabajo que hago con tantas parejas que se encuentran en un bache, no es infrecuente que uno de los motivos de discusión sea el diferente abordaje y actitud en casa.
El y ella tienen distintas prioridades, distintas sensibilidades muchas veces, distintos modos de ejecutar, distintos tiempos, incluso distintas opiniones!! …Pero resulta que los hijos son de los dos, y deben escuchar una única voz de sus padres.
Pues bien el desafío está servido. Y qué es lo que pasa muchas veces? Que la madre tiene mucho más rodaje de tiempo con ellos y además tradicionalmente ha tenido mucho más peso en la toma de decisiones respecto a sus hijos. Por esta razón, y también porque ha llevado a la criatura nueve meses en su útero y de algún modo continúa sintiéndose la principal responsable de protegerle frente al resto del mundo, le puede costar bastante aceptar una opinión modo de hacer o sensibilidad distinta a la suya, aunque sea la del padre de sus hijos.
Ante esto el padre varón puede ir tendiendo a replegarse, apartarse y dejar hacer. De ese modo deja sola a la madre que evidentemente se va a sobrecargar, agotarse y desde luego acabará reprochando al padre de sus hijos su ausencia.
Sacar conclusiones de este panorama, como digo más o menos frecuente, casi me parece insultar a vuestra inteligencia. Resulta obvio el ejercicio que tienen que hacer él y ella: ella para aceptar ese input masculino y él para saber mantener su posición en casa y asumir sus responsabilidades al cien por cien. Nadie dice que esto sea fácil, por eso digo que es un desafío, pero los beneficios son enormes: ellos dos se sienten acompañados integrados en una dinámica esencial que implica a las personas que dependen de ellos: sus hijos. Y los propios hijos son beneficiarios absolutos porque esa única voz que van a escuchar será la mezcla de su padre y de su madre con lo mejor de cada uno de los dos. Así nuestros hijos llegarán a ser mejores que nosotros.
Creo que vale la pena el esfuerzo verdad? Hasta pronto y disculpadme por esta ausencia a lo largo de esta semanas.
DE VERDAD QUE NO ES TARDE PARA HACER HOGAR!!
Seguíamos con el mismo tema de cómo hacer de nuestro hogar un lugar grato para nuestros hijos, en este caso hablando con padres y madres de chicos y...
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