Me contaba el otro día una pareja, que acababan de pasar por su aniversario de boda en plena crisis… “no ayuda nada” decía él. Efectivamente porque si estás en una situación de fondo del pozo, que te hagan recordar el día de tu boda cuando todo era viento a favor, puede resultar de alguna manera desmoralizante.
Algo así pasa con el día de hoy, día de los enamorados.
Independientemente del caso que hagamos a esta convocatoria mundial, yo personalmente no le hago mucho caso… Pero respeto totalmente que haya personas para quienes el día de hoy sea un día especial.
A lo que iba es que una fecha como la de hoy puede hacerte sentir muy lejos del objetivo. Como si te pusieran delante la meta que deberías haber alcanzado y tú te das cuenta de lo lejos que estás. Es normal, es verdad que te gustaría estar mejor.
Pero también es verdad que esto es un poco como las redes sociales, que normalmente lo que se refleja ahí es algo exageradamente idílico, cuasi perfecto, sonrisas maravillosas y aspecto permanente de felicidad.
Y tu vida no es así.
Tu relación de pareja tampoco es la que aparecería en un cartel del día de los enamorados.
Pero eso no te tiene que hacer sentir fracasado, te tiene que servir para recordar que debes arremangarte y cuidar más tu relación. Para hacerla brillar, para que brille para vosotros dos y para vuestro núcleo familiar, los demás nos importan menos.
Así que nada más, que nadie te engañe con estereotipos edulcorados, vale mucho más esos esfuerzos que hacéis vosotros dos para seguir estando el uno en el punto de mira del otro, eso sí que es una gran historia de amor con el paso de los años.
Y cuando haya baches nos apretamos el cinturón Y conducimos con más cuidadito y con más atención al pasajero de al lado.
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