El viernes en el Trinity College de Boadilla hablaba a un número de padres y madres sobre el modo en que impactamos en nuestros hijos por la forma en la que nos comunicamos padre y madre.
Es importante que ellos vean que nos buscamos, que queremos tener tiempo a solas, que nos gusta hablar de nuestras cosas tranquilamente, mirándonos a los ojos.
Y así, sin hacer teatros, es bueno que perciban que cuidamos mucho las formas entre nosotros. Que sabemos escucharnos, que nos interesamos el uno en las cosas del otro.
Y por eso no les sorprenderá que queramos hablar con ellos a solas, que les pidamos que apaguemos la tele para facilitar el diálogo, porque ya habrán visto que vosotros dos, padre y madre también lo hacéis.
Tampoco les parecerá raro que les pidáis que dejen el móvil o la tablet en un cajón en un lugar apartado para poder dejar que nos tratemos en el mundo real con las personas que queremos. No les parecerá raro porque habrán visto que vosotros dos también lo hacéis. Por qué no permitís que estorben a vuestra conversación ya vuestro diálogo las siempre presentes pantallas.
En fin, es un repaso de coherencia, en el que vemos que salimos ganando por partida doble:por un lado para vosotros dos porque cuidáis más vuestro tiempo blindado a solas y por otro lado enseñáis a vuestros hijos algo que vale mucho la pena.
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