Estoy seguro de que todos estamos de acuerdo en que la relación de amor en la pareja se apoya en la admiración mutua.
La admiración está ahí siempre en el inicio, cuando descubres a alguien en el horizonte distinto a todos los demás.
Surge la admiración, y por qué deberíamos asumir que esa admiración puede remitir con el paso del tiempo?
Probablemente algunos penséis que es por convivir con los defectos ajenos, yo sin embargo hoy quería centrarme más en que la raíz puede estar en los defectos propios: la intransigencia, la impaciencia, la excesiva exigencia, la soberbia, la ira, el afán de control… Todo esto nos lleva a mirar al otro con la escopeta cargada y buscando dónde falla. Y claro, lo encontramos. Somos muy list@s. Pero por qué no te miras tú por dentro con humildad?
Y después: Por qué no haces una lista de todas las cosas que admiras tu pareja? seguramente serán aquellas que te enamoraron.
Quizás no las has tenido tan presentes últimamente, te animo a que lo hagas con tranquilidad, en privado, ni siquiera se lo digas, y regodéate un poco contemplando esos rasgos que de verdad admiras.
Seguro que después de mirarte por dentro eres capaz de eliminar cualquier filtro negativo que tú hayas podido poner
Sólo cambiará si le aceptas como es
Menuda paradoja ¿verdad? “Pero si yo precisamente lo que quiero es que cambie ¿cómo le voy a dar a entender que me gusta cómo es?” Porque para que...
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