Es muy frecuente encontrar parejas jóvenes y no tanto, que se desviven por sus hijos, les prestan toda la atención y les dedican toda su energía. Hasta tal punto que nos queda poco para el otro. La demanda exigente de nuestros hijos en términos de tiempo, atención, diálogo, etc. Pueden arrollar e invadir el espacio que es sólo de vosotros dos.
Pongamos muy en activo eso que sabemos bien aunque a veces se nos puede olvidar: antes que padres somos pareja. La elección la hicimos el uno por el otro, ellos vinieron después. Y así debemos vivirlo siempre. Debemos reservarnos siempre un tiempo y un espacio para nosotros dos. Ellos nos lo agradecerán y mucho. Nada puede hacerles más felices, nada puede darles más seguridad.
EL SECRETO ESTÁ EN PRIORIZAROS…PERO DE VERDAD
Si tuviéramos que condensar en una única recomendación para hacer de tu pareja una alianza imbatible, yo diría que la clave está en ser la prioridad...
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