Semana tras semana me voy encontrando en el despacho con parejas que buscan ayuda. Se han dado cuenta de que sus problemas van más allá de lo que habitualmente se resuelve con un paseo, una conversación abierta y un abrazo. Y por eso no terminan por acudir a alguien que les ayude a reparar aquello que no va bien, no son bastante esfuerzo, porque cuesta mucho abrir la caja de Pandora a un tercero. ¡Muchas gracias por vuestra confianza!
Hoy las personas que tenemos una relación de pareja debemos ser muy honestas: No podemos barrer debajo de la alfombra mirando para otro lado si pensamos que tenemos problemas, pequeños o medianos. Debemos afrontarlos con valentía y tratar entre los dos de resolverlos. No hacerlo y dejar que el tiempo resuelva, no hará más que agrandarlos, enquistarlos y poner en peligro la supervivencia de vuestra relación.
Y si puestos a hablar y diseccionar vuestra vida en común para mejorarla veis que no lo lográis, no lo dudéis. Levantad la bandera roja. Ese será vuestro primer triunfo. Al tomar la decisión de buscar ayuda, ya habéis recorrido el 70% del camino. Estáis juntos en eso. Queréis salir del pozo. Aunque os cueste mucho dar ese paso.
Es normal. Estamos hablando de los tejidos más íntimos de la relación y por tanto de la persona. Y cuesta dejarse ver por dentro. Y reconocer todo aquello que no hemos hecho bien. Cuesta mucho. Pero vale la pena.
Vale la pena dejarse guiar por alguien que os entienda y que os ayude a remontar. Que os acompañe en el camino de vuelta. Porque queréis seguir siendo felices juntos
0 comentarios