Reírse juntos es uno de los aspectos señalados como aquello que más nos gusta de nuestra relación de pareja. Seguramente a alguno le parezca sorprendente, incluso una frivolidad, como si el hecho de partirse de la risa fuera algo superficial.
Y resulta que de eso nada. Reírse juntos quiere decir, para empezar, estar verdaderamente muy pero que muy relajados. Con las defensas bajadas, sin ningún tipo de tirantez ni rigidez en el trato. De hecho, como vemos en las películas, esos momentos de risa entre los dos, suelen ser presagio del comienzo del romance… algo de eso hay también en la vida real.
Además, la conexión que genera el sentido del humor nos une mucho. Genera esa sensación de estar en la misma longitud de onda, aunque sea en cualquier tontería. Y eso, repito une.
Por si fuera poco, un momento de risas es algo que recordamos y que enaltece la sensación de estar muy a gusto. Nos sirve un paralelismo si pensamos en una cena con amigos. Al volver a casa seguramente lo que más recuerdas es si ha habido momentos de risa en las que lo habéis pasado realmente bien. Son personas con las que estás muy a gusto, pero esa sensación de bienestar se pone mucho más de manifiesto y se realza por compartir esas risas.
En fin, nos relaja, nos prepara para la intimidad, nos hace sentir más unidos y realza la sensación de bienestar estando juntos. ¿Quién da más?
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